Los hutíes surgieron en la década de 1990 como una resistencia contra el expresidente yemení Ali Abdalá Salé. Bajo el liderazgo de Hussein Badreddin al-Houthi, el grupo se opuso a Salé, acusándolo de corrupción y de estar alineado con Arabia Saudita y Estados Unidos. Su eslogan, "Dios es grande, muerte a Estados Unidos, muerte a Israel, maldición a los judíos, victoria al Islam," se convirtió en su lema distintivo.
Su ideología se mezcla con principios religiosos, nacionalismo yemení y resistencia antiimperialista. Aunque son predominantemente zaidíes chiitas, han mostrado apertura hacia suníes opositores, buscando una coalición amplia contra lo que perciben como influencias externas perjudiciales.
Los hutíes participaron activamente en la revolución yemení de 2011 y en la Conferencia de Diálogo Nacional, pero posteriormente rechazaron acuerdos que consideraban perjudiciales para sus intereses. En 2014, aprovechando la inestabilidad en Yemen, repararon su relación con el expresidente Salé y tomaron el control de la capital, Saná, y otras áreas del país, declarando la caída del gobierno reconocido internacionalmente.
Desde 2015, los hutíes han estado involucrados en la guerra civil de Yemen contra la intervención liderada por Arabia Saudita, que busca restablecer el control territorial del gobierno reconocido. En este conflicto, han lanzado ataques con misiles y drones, enfrentándose no solo a las fuerzas yemeníes sino también a grupos como Al Qaeda y el Estado Islámico.
La ideología de los hutíes se centra en la rama zaidí del islam, que representa aproximadamente el 25% de la población yemení. Su lema "Dios es grande..." refleja su postura antiestadounidense e antiisraelí, aunque algunos líderes han aclarado que está dirigido a gobiernos específicos y no a la población en general. Han defendido el renacimiento zaidí en Yemen y han luchado contra la expansión del salafismo, particularmente en respuesta a hostigamientos y destrucciones de sitios zaidíes por parte de grupos salafistas apoyados por el Estado antes de su ascenso al poder.
Los ataques de los hutíes contra buques comerciales en el Mar Rojo y el canal de Suez han llevado a una condena por parte del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas. Estados Unidos y sus aliados, incluido el Reino Unido, han respondido con ataques dirigidos a objetivos hutíes en Yemen. Esta escalada de tensiones ha intensificado la atención internacional sobre los hutíes y su prolongado conflicto.
Los hutíes enfrentan desafíos significativos, tanto a nivel nacional como internacional. La designación por parte de Estados Unidos como organización terrorista en 2021 generó preocupaciones sobre la ayuda humanitaria en Yemen, aunque esta medida fue revertida posteriormente. La amenaza de ataques contra barcos en el Mar Rojo en respuesta a la situación en Gaza ha llevado a una coalición liderada por Estados Unidos contra los hutíes.
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